Una búsqueda continua de la eterna felicidad. Un ruego: que la noche no acabe nunca, y si acaba: no volverte a encontrar. Que tú bailes, yo te siga, y perdernos en nuestros pies. Que cada vez que toque el cielo, esté un poco más cerca de tu piel. Que un vestido, una mirada y un poco de placer, conviertan toda tu vida en un baile continuo hacia el amanecer.
Perderse entre las risas, rozar corazones, llorar licores. Palabras sabor a miel, miradas que intentan atraer. Gestos llenos de hipocresía, trajes cosidos con mentiras. Sentimientos desgastados, amores que ya no tienen color. Fiestas que empiezan al atardecer, amores que se extinguen al amanecer.