¿Qué influencias son las que nos dominan de una forma u otra?
Muchas personas no están acostumbradas a pensar por sí mismas, e incluso prefieren seguir lo que piensan los demas. Requiere dar un paso de coraje el sentarnos tranquilamente, pensar en las opciones éticas que tenemos frente a nosotros, evaluarlas considerando todas sus implicaciones y tomar una decisión. A medida que pasamos por la infancia y la juventud adquirimos preconceptos de nuestro entorno social. De esta forma llegamos al punto de creer que algunas cosas son siempre positivas y otras son siempre negativas, cuando de hecho puede que sean neutrales. El aspecto de bueno o malo no es inherente a nada, sino que es nuestro pensamiento lo que lo vuelve beneficioso o perjudicial. El clásico ejemplo sería: “¿Está el vaso medio lleno o medio vacío?”. Tenemos la opción de posicionarnos ante las situaciones de la vida desde un estado de contentamiento, alegría, calma, coraje y libres de preocupaciones o bien desde una actitud de queja, críticas, descuido, confusión, agresividad y cobardía.Dependiendo de nuestro posicionamiento interno así serán los pensamientos, la perspectiva, la visión y las elecciones que hagamos.