EL lanza un suspiro y me corta la respiración, él camina más lento y acelera mi corazón. El dibuja sus sueños cuando cree que nadie lo ve, escribe poemas y veo más de lo que él quisiera, más de lo que yo quisiera.
YO intento no mirarlo, cerrar los ojos o fijar mi atención en el viento, sus ojos, en el suelo, su pelo, en las flores, su boca, en la nada, su todo. ¿Hay alguna forma de olvidar que a tres metros está tu lugar? ¿Algo que dar que ya no haya puesto en juego? ¿Hay vida, para mi, más allá de su cielo? ¿Quedan opciones o sólo hay blanco y negro?