Y es que en el fondo, jamás te importé ni una pizca. Lo gracioso es que estoy segura de que fue únicamente en el momento en el que me fui cuando te diste cuenta de que habías errado y que no querías perderme por nada del mundo. Pero ¿sabes qué? que yo solo tengo una regla en mi vida, y es que nunca me echo atrás con una decisión ya tomada, porque hacerlo, podría ser mi destrucción.